En una entrevista sin desperdicios, el Intendente de Fracrán Juan Carlos Fernández, describe lejos de romanticismos los desafíos económicos de administrar un municipio de 12 mil habitantes, que posee más del 90% de los caminos terrados, con la coparticipación más baja de toda la provincia.
Sin perder el optimismo, ni buscar confrontar con otros dirigentes, exteriorizó su decepción porque la administración de la ciudad de San Vicente, distrito al que pertenecían antes de lograr la municipalización, “les soltó la mano”.
Así mismo, reclamó al Concejo Deliberante por la falta de comprensión ante la estreches económica, que estableció un presupuesto para su funcionamiento muy superior a las posibilidades de la comuna.
Cada Edil percibe una dieta mensual de alrededor de 420 mil pesos, mientras que en promedio los empleados de la comuna ganan alrededor de 350 mil pesos de salario, y el Jefe Comunal ronda los 926 mil pesos por mes.
Fernández remarcó que la prioridad es la reparación con estoscado de los caminos terrados y la atención de la salud en su comunidad, cuestiones que confía podrá resolver en el mediano plazo gracias a un ATN que solicitó y que ya contaría con la aprobación del Gobernador.
Finalmente, dejó en claro su compromiso con la comunidad que lo eligió como el primer Intendente de Fracrán, por lo que no piensa bajarse del barco, y repasó algunas anécdotas de las peripecias que tuvieron que atravesar para defender la autonomía.
En una ocasión, luego de exponer ante los Diputados en la Cámara de Representantes terminaron “comiendo mortadela con gaseosas en una plaza”, porque no tenían plata ni siquiera para unas hamburguesas.
Ya en los primeros meses como Interventor Organizador del municipio 78, contó que no tuvo problemas en subirse a un camión, junto a otros integrantes del gabinete, para hacer la recolección de residuos.