La estrategia electoral del Intendente Juan José “Negro” Mac Donald sirvió para “domar” a los históricos caudillos locales que hasta las elecciones del domingo repartían las cartas.
Armar una lista de candidatos a concejales con funcionarios cercanos, jugándose un pleno al proponer a los Aristobuleños plebiscitar su gestión, que todavía no completó un año y medio, funcionó a la perfección en términos electorales. Ganó 2 de las bancas para ubicar a gente de su riñón dentro del bloque de la Renovación, y orientó la elección de la banca que correspondería a la oposición al concejal “no oficialista” más oficialista que todos los oficialistas juntos.
Desde el análisis político, fulminó a los ex postulantes al sillón del tercer piso del edificio municipal que se quedaron con la espina en el talón en 2023. Y dejó en la cornisa a las nuevas figuras que aparecieron en la contienda el pasado 8 de junio, incluyendo a históricos caudillos que estuvieron detrás de uno en especial.
Una fuente muy cercana al nuevo Jefe político local, apenas se conocieron los números de la elección manifestó “el fulano se preocupó más por la elección en Aristóbulo que en su pueblo, y terminó perdiendo acá y allá”.
El bajo porcentaje de participación del electorado es lo único que deja una luz de expectativa para quienes quieran volver a disputar el poder dentro de 2 años.
Por voluntad popular, si el escrutinio definitivo oficial confirma los resultados provisorios del domingo, fueron reelectos como Concejales Roberto Zalazar y Luis Benítez, y se suma al equipo del oficialismo desde el lejano 10 de diciembre, Gisela Fernández.
El mazo de cartas ahora está en manos del “Club del Ascensor” y el sombrero ya no hace sombra.
