Según el director del Centro Regional Corrientes-Misiones del SENASA, Pedro Méndez. Entre ambas provincias sumaron nueve casos sospechosos, cuatro de ellos en la tierra colorada, aunque «ninguna dio positivo».
Los casos de influenza aviar no paran de crecer en Argentina desde el pasado 15 de febrero, cuando se confirmó el primer caso en un ganso andino en Jujuy. Hasta la fecha ya son 24 los resultados positivos en el país, luego de que ayer el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detectase cuatro nuevos casos en aves de corral en Córdoba.
De momento, el Centro Regional Corrientes-Misiones del SENASA lleva analizadas nueve muestras de casos sospechosos por el virus H5N1, donde afortunadamente “ninguna dio positivo por laboratorio”, comentó Pedro Méndez, director de dicho Centro Regional.
De esos nueve sospechosos, cuatro fueron identificados en Misiones y otros cinco se distribuyeron entre Ituzaingó y Corrientes Capital. “Las muestras se dividieron entre aves silvestres y traspatio”, especificó Méndez al portal Época.
Si bien las muestras arrojaron resultados negativos, el referente pidió a la población “mantenerse atenta” y destacó a la “vigilancia activa” como mejor herramienta. “Cuanto antes lleguemos a un caso sospechoso, más rápido podemos evitar que se dispare el virus. Es un trabajo en conjunto entre los ciudadanos y los gobiernos “, remarcó.
Desde el SENASA destacan que los 24 casos confirmados en el país pertenecen a aves silvestres y de corral. El dato es positivo, ya que lo que se busca es evitar que la propagación del virus alcance a las granjas avícolas, donde se produce carne y huevos para el consumo en el mercado interno y externo.
Vale recordar que Japón tomó la drástica decisión de cerrar temporalmente las importaciones de productos avícolas desde la Argentina la semana pasada. Una medida que podrían replicar otros estados nacionales y complicarían la economía de la industria.
El Centro Regional del SENASA aconseja mantener encerradas a las aves de corral y alejar bebederos y comederos de sitios en los que pudieran tener contacto con aves silvestres. En lo referido a granjas, insistieron que todo el personal debe portar los elementos de protección y evitar el ingreso de extraños a las instalaciones. Otra buena medida es la colocación de mallas antipájaros.
“Síntomas respiratorios, digestivos o nerviosos son los primeros en evidenciarse de forma individual. Y a nivel grupal se puede detectar una caída en la postura o huevos con cáscara blanda y deforme“, detalló Méndez.
Fuente: D. É.