Es una vergüenza que tengamos que hacer esto”, señaló Jorge Kappaun, titular de la cooperativa Tabacalera de L.N. Alem.

La principal -y por lejos- provincia productora de tabaco Burley debió recurrir al mercado interno para poder abastecerse de ese cultivo. Por ende, terminó por inyectar un importante flujo de dinero en una economía a cientos de kilómetros de distancia.

Que el contrabando de tabaco a Brasil golpeó con fuerza a Misiones a estas alturas no es ninguna novedad. Fueron más de 12 millones de kilos los que “se fugaron” al otro lado de la frontera, donde, como efecto de la diferencia cambiaria, se pagaba dos o hasta tres veces más. Debido a esto, la tierra colorada cerró la zafra más baja de su historia con apenas poco más de 18 millones de kilos, lo que representará menos fondos nacionales para el sector. Aunque esta no fue la única consecuencia de la venta ilegal.

Compra a Tucumán

Son siete las provincias tabacaleras en Argentina. Entre ellas, se ubica Tucumán con apenas unas mil familias minifundistas, la mayoría pequeños productores de no más de tres hectáreas. Al igual que en Misiones, el fuerte es el Burley, aunque la producción es a una mucho menor escala.

Es en este contexto donde parte del tabaco de las chacras del norte del país terminó en la industria misionera. Así lo reveló el titular de la Cooperativa Tabacalera de Misiones (CTM), Jorge Kappaun, quien confirmó a PRIMERA EDICIÓN que por medio de CIMA (empresa controlada por CTM) adquirieron unos 400 mil kilos del Burley tucumano y lo atribuyó a una de las secuelas que tuvo el contrabando a Brasil.

“Nos quedamos sin tabaco y teníamos que cumplir con clientes. De lo contrario, los íbamos a perder el año que viene”, argumentó.

En Tucumán el kilo de Burley estaba $300 (en Misiones $500). Con ese parámetro, la CTM invirtió unos 120 millones de pesos en la economía tucumana.

“Es una vergüenza que teniendo el tabaco acá (Misiones) tengamos que comprarlo en Tucumán, es una locura. Vemos cómo nuestro tabaco se va a Brasil y no podemos hacer nada”, agregó.

Luego, recordó que las cooperativas misioneras pagaron un 156% más que en la zafra 2021-2022 y un 50% por encima de la inflación. “La culpa de lo que ocurre no es nuestra”, enfatizó.

El futuro de la cooperativa

Kappaun describió una situación caótica para el sector, en caso que no se resuelva el problema del contrabando. “Muchas empresas tabacaleras van a empezar a fundirse”, avizoró.

En el caso de la CTM, adelantó que “haremos mucho ruido con respecto al despido de trabajadores”.

“No vamos a soportar esta carga de gente en la cooperativa con esta situación económica que estamos teniendo”, argumentó.

Posteriormente, reclamó mayor seguridad jurídica para las empresas y cooperativas.

“Los impuestos los tenemos que pagar, aunque no tengamos dinero porque si no nos denuncian por evasor, pese a que los culpables no somos nosotros”, lamentó.

“El dólar agro no nos ayudó”

Kappaun marcó que el dólar economías regionales, con una divisa a $300 para poder exportar, no tuvo grandes efectos porque “llegó tarde” y ya con el acopio terminado.

“Al productor le tenes que pagar dentro de las 48 horas. Entonces recurrís a tomar la prefinanciación de exportación o a los adelantos de los clientes. Empezamos en febrero a comprar y la resolución salió cuando terminó la cosecha. El 80% de nuestras exportaciones lo hicimos al dólar oficial”, precisó.

De: Primera Edición