Las demandas de los vecinos vinculadas al funcionamiento de la red cloacal surgen debido a la sobrecarga del servicio, conexiones clandestinas e irregulares que se multiplicaron en los últimos años.
Para entender la dimensión y complejidad de la situación, hay que recordar que la infraestructura instalada a través del Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA), inaugurada y transferida a la municipalidad en el año 2010, estaba pensada para atender la demanda de 375 familias, pero actualmente son más de 1.500 las familias conectadas.
Ante la falta de recursos para atender la obra, el municipio de Aristóbulo del Valle transfirió desde ése momento a la Cooperativa Cainguás el mantenimiento operativo del servicio.
Los problemas comenzaron a surgir, cuentan los residentes más antiguos del barrio, con la sobrepoblación irregular de los lotes, ya sea por la venta de los terrenos asignados a las familias censadas, las ocupaciones irregulares o por la ampliación de los núcleos familiares que van cediendo espacios para las construcciones de sus descendientes. (https://www.elterritorio.com.ar/…/306903-barrio…)
Es conveniente marcar que esta nota no pretende cuestionar u objetar el desarrollo inmobiliario de la zona, sino explicar cómo se originó la situación que está llevando al límite la capacidad instalada de la red cloacal del Barrio Municipal.
En ese sentido, testigos de las actas firmadas durante la entrega de los títulos a los beneficiarios del PROMEBA, recomendaban que de existir nuevas conexiones a la red debían ser realizadas por personal certificado a cargo de los propietarios, permitiendo anexar solamente una cámara séptica por domicilio.
Más allá de las tareas que realiza la Cooperativa Cainguás para asegurar que el sistema y los equipo funcionen de manera eficiente, segura y continua, que logran extender la vida útil y optimizar el rendimiento de la red cloacal, es necesario comprender lo complejo del panorama expuesto para poder alcanzar la solución de fondo.

