Posible cambio de imputación que dejaría al atacante, Marino Ángel D. (39), en libertad. «Está obsesionado con ella, no va a parar hasta matarla, ese tipo está loco», alertó angustiada una hermana de la víctima.
«Si mi hermana no ponía su brazo la apuñalaba en el corazón y para la Justicia no es suficiente como prueba. La verdad es que estoy indignada, por poco pierdo a mi hermana y nadie hace nada para que esto pare». Mucha angustia pero sobre todo bronca encierran las palabras de Blanca C., hermana de Mariana Soledad (32), la joven madre que fue atacada a puñaladas por su ex pareja, en la localidad de Salto Encantado, hace exactamente una semana.
La víctima está en su casa del paraje Cerro Moreno, recuperándose de las lesiones en el cuerpo, pero muerta de miedo porque se enteró que la carátula de la causa pasaría de «femicidio en grado de tentativa y desobediencia judicial» a «daño y lesiones leves», lo que significaría la pronta excarcelación del acusado que estuvo prófugo en las chacras de la zona antes de ser detenido por la Policía.
Si bien por el momento permanece en prisión, su posible liberación sería casi una sentencia para la víctima, entiende Blanca, porque «está obsesionado con ella y no va a parar hasta matarla, ese tipo está loco y el barrio entero es testigo de las amenazas que él hizo». Con certeza cree que en libertad, volverá a atacar.
La joven reseñó que hace alrededor de dos meses su hermana se había separado del hombre y en esa instancia solicitó una medida de restricción de acercamiento en razón de una denuncia por violencia doméstica, acoso y amenazas que había recibido.
«Ella lo había denunciado y pidió la restricción de acercamiento, pero él no aceptaba, quería volver con ella, pero toma mucho, se violenta y varias veces intentó pegarle», lamentó Blanca, revelando que la mañana del ataque su hermana estuvo a punto de perder la vida. «Después de que se defendiera anteponiendo el brazo, él sacó el cuchillo y la volvió a apuñalar en la panza», detalló y analizó: «Mi hermana es grande, fuerte, por eso no la mató, porque le empujó y logró escapar mientras él seguía con el cuchillo».
En este contexto de dolor, miedo e incertidumbre vive la víctima junto a su familia, bajo un riesgo constante. «No tiene nada que perder, la va a seguir a donde sea», expuso Blanca y pidió a las autoridades judiciales en cuyas manos está la causa «que sopesen la gravedad que significa dejarlo en libertad porque va a cumplir las amenazas que hizo».
De: El Territorio