Estudios analizados por Unicef, Unfpa y Cippec revelaron las variaciones demográficas más importantes en los últimos años en el país.
Según revelaron estudios analizados por Unicef, Unfpa y Cippec, la tasa de fecundidad en Argentina se redujo un 34% entre 2014 y 2021 y aún más en niños y adolescentes donde la cifra se redujo en un 59%. Los especialistas adjudicaron las variaciones a la «disminución de embarazos no intencionales, cambios en las conductas sociales, el acceso a la anticoncepción y el auge de los movimientos feministas que motorizaron la ampliación del acceso a derechos sexuales y reproductivos».
Los datos fueron publicados en los informes «Odisea Demográfica. Tendencias demográficas en Argentina: insumos clave para el diseño del bienestar social» y «Políticas públicas para reducir la pobreza en la transición demográfica».
Variaciones en los últimos 70 años
El primero de los estudios indicó que «en 1950, entre 49 países o territorios de América Latina y el Caribe, Argentina (con 3,15 hijos por mujer) era el segundo país con más baja tasa de fecundidad (detrás de Uruguay) mientras que en 2015 se ubicaba por detrás de 33 países y territorios de la región».
El país tuvo un pequeño «baby boom» en la segunda mitad de década de los 70, en contraposición con las tendencias regionales y globales. Este hecho coincide -según el análisis- «con un periodo de implementación de políticas pronatalistas vigentes entre 1974 y principios de los 80», pero a partir de la década de los 90, la tasa de fecundidad retomó su descenso a un ritmo suave.
Entre 1950 y 2015 esta tasa disminuyó un 51% a nivel mundial y un 40% en América Latina.
A partir de 2014, la evolución de las tasas cambió significativamente: en Argentina bajó un 34% entre 2014 y 2020, descenso que fue el más pronunciado desde que existen registros anuales de esta variable.
Por su parte, la tasa de fecundidad entre las niñas y adolescentes tuvo un descenso más rápido y entre 2014 y 2020 se redujo un 55%.
En 2014, un 26% del total de nacimientos correspondían a mujeres que no habían accedido a la educación secundaria (y un 5% a menores de 20 años con ese nivel educativo), porcentajes que disminuyeron al 15% (y 2% entre las adolescentes) en 2020.
Por otra parte, la esperanza de vida al nacer pasó de ser de alrededor 33 años de edad en 1883 a niveles cercanos a los 60 años en 1950 y a más de 73 años a partir de los 2000, alcanzando un nivel superior a los 77 años en 2019.
Sin embargo, advirtieron que «los cambios ocurridos en la mortalidad y la fecundidad en el país desembocaron en un proceso de envejecimiento poblacional».
También, por los cambios en las preferencias de las personas se vinculan a impactos del desarrollo económico, cambios en la organización interna de las familias, o en la cultura que impactan en las decisiones de las mujeres en edad fértil.
Aborto legal y ESI / natalidad
Una de las principales variaciones que afectaron las tasas de natalidad y fecundidad en los últimos años fueron los cambios vinculados a derechos sexuales y reproductivos en la segunda década de los 2000 «a pesar de que son el resultado de una lucha por ampliarlos».
«La difusión de información en medios de comunicación y redes sociales sobre temas de la igualdad de géneros, las consecuencias del embarazo no intencional, alternativas de vida alejadas de los estereotipos de género y la relevancia de la educación sexual integral podrían haber tenido un impacto relevante sobre las preferencias de muchas mujeres adultas, jóvenes y adolescentes», señaló el estudio.
A su vez, Ley 26.150, que dio inicio al Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI), y el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), mejoraron las condiciones de acceso de adolescentes al sistema de salud.
El trabajo destacó la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntario del Embarazo (IVE) en 2021, cuando el Estado nacional incrementó con respecto al año anterior casi un 400% la distribución de misoprostol.
Además, el segundo trabajo resaltó los «diversos avances en el marco normativo sobre los derechos sexuales y reproductivos», y alertó que aún sigue habiendo desafíos para la efectiva implementación de las leyes de ESI» y de IVE/ILE».
«Es importante que ningún niño/a y adolescente quede excluido de su derecho a tener información pertinente sobre salud sexual debido a su pertenencia a un contexto social desfavorable, la provincia en la que resida, la escuela a la que asista o la falta de capacitación de sus docentes», completó.
Pndemia y nacimientos en Argentina
Según señalaron, en el corto tiempo que hubo de análisis respecto a los impactos a corto plazo de la pandemia de coronavirus sobre la fecundidad, se produjo un cambio en la planificación de embarazos por incertidumbre económica, menor interacción social por medidas de aislamiento, mayores obstáculos para acceder a métodos anticonceptivos por reducción de ingresos y menor acceso a instituciones que proveen información sobre los derechos sexuales y reproductivos.