Esta semana circuló por cuando diario y portal “informativo” existe en Misiones una versión antojadiza, imprecisa y falsa sobre un hecho policial ocurrido en al Barrio El Buen Samaritano de Aristóbulo del Valle.
La fake news decía que “la Policía de Misiones trabaja en la ubicación y detención de un hombre de 23 años, acusado de incendiar la casa su ex pareja y amenazarla de muerte”.
Lo que fue repetido una y otra vez sin preocuparse por corroborar la veracidad de los supuestos hechos atribuidos a la información oficial.
Posiblemente por prejuicios ideológicos, de género, quizás en busca del impacto o el sensacionalismo informativo, o solamente por pereza “profesional”, a la mayoría ni siquiera le intereso la cuestión y simplemente se dedicaron a replicar dicha falacia como si fuera un chisme de conventillo, motivados seguramente por el potencial de visualizaciones que generan ese tipo de sucesos.
Toda la película periodística difundida, no tiene nada que ver con la información corroborada con las fuentes de la UR XI que tienen la jurisdicción en la zona, quienes en principio se preocuparon en aclarar que “pasaron mal la información (los medios), lo que informó la Jefa de Comisaría de la mujer de Aristóbulo fue una disputa entre hermanos, no entre pareja”.
A menos de 24 horas del suceso el acusado ya había sido detenido. Y en realidad la disputa entre los familiares era por la vivienda que fue incendiada. El autor antes vivía en esa vivienda y estuvo detenido en un penal por una causa judicial y durante ese tiempo su hermano fue a vivir con la pareja. Cuando el acusado salió en libertad, le reclamó a su hermano que le devuelva la casa, pero este se opuso y desde entonces tuvieron inconvenientes. Pero no fue entre pareja el problema, sino entre los hermanos”, insistió el vocero policial.
En casos tan evidentes como estos queda claro que, al grueso de la prensa tradicional, posiblemente contagiada por los “ciberperiodistas”, no los mueve la rigurosidad, sino más bien la siniestra frase “no dejes que la verdad te estropee una buena noticia”.
Produce escalofríos pensar que son tan competentes para difundir falsedades sobre un hecho que involucra a personas anónimas, el empeño que le deben poner entonces cuando se trata de hechos o acciones políticas que toca sus propios intereses.
Para muestra basta un botón, dicen.
