Posiblemente esta haya sido la semana más convulsionada desde que se inició la campaña rumbo al 7 de mayo en la localidad de la zona centro que dejó consecuencias todavía no dimensionadas en cuanto al daño provocado a la imagen del candidato oficialista, a quien los disidentes del mismo partido responsabilizan como el armador de dichas maniobras.
La semana comenzaba con la confirmación de que Roberto Zalazar había sido excluido como miembro del Honorable Concejo Deliberante por incompatibilidades para cumplir ese rol según establece la Ley XV – N.° 5 (Antes Ley 257) o también denominada Ley Orgánica de Municipalidades en sus Artículos 14 – Inciso 2, 15 y 17 respectivamente. Para colmo, quien debió asumir finalmente en reemplazo del “Negro” Mac Donald fue “Monchi” Meza, hoy enfrentado electoralmente con sus antecesores en el sillón del legislativo. Y eso no es todo. Quien le tomó juramento, por ser el Presidente del Consejo, es nada más ni nada menos que “Carlitos” Miranda postulante a Intendente por la lista “Unidos por la Gente”, espacio que comparten con el flamante Edil aristobuleño.
Y todo eso les cae como regalito del cielo en un momento clave de la campaña electoral dónde todavía nadie puede asegurar un resultado a favor de uno u otro.
Para completar la mala racha, el martes después de finalizar las capacitaciones a los fiscales del Frente Renovador les informan a los representantes de cada sublema que, por diversas razones, el 90% de la tarea de fiscalización el día de las elecciones la iban a realizar la gente de Mac Donald únicamente.
Lo que provocó que los otros 5 candidatos locales del oficialismo, Carlitos Miranda, Luis Vallejos, Ernesto Ramp, Hugo Herrera y “Chichi” Maruñak, unieran filas para ir a reclamar ante los apoderados partidarios de Posadas por lo que consideraron una clara y burda maniobra que buscaba facilitar un posible fraude electoral en beneficio del “pichón del Intendente”. Un par de ellos fueron decididos a bajar sus candidaturas si no les daban una respuesta satisfactoria ante semejante acusación, que amenazaba a esas alturas con convertirse en un escándalo insalvable para el partido de gobierno.
Más allá de las explicaciones/excusas que les dieron desde la Capital (las encargadas de la fiscalización en el interior, Ministra Silvana Rodríguez y Diputada Laura Duarte) los cinco postulantes al sillón comunal lograron lo que fueron a buscar. El compromiso de realizar 2 jornadas más con los fiscales de todos los espacios de la renovación y luego realizar la distribución equitativa de las mesas y lugares de votación a fiscalizar según corresponda a cada uno de los sublemas.
De ambas jugarretas no le queda otra que hacerse cargo el propio “pichón del Intendente”, como lo apodo en su discurso una candidata a concejal de otro sublema renovador, ya que fueron lo que podríamos llamar “errores no forzados” por los circunstanciales adversarios electorales, sino acciones voluntarias tomadas por los integrantes del “Nuevo Aristóbulo” sin medir las consecuencias o, como creen los otros, un acto más de soberbia, arrogancia e intento de seguir llevándose por delante las instituciones sin importar los límites constitucionales y democráticos, lo que finalmente podría hacerles pagar un costo electoral muy elevado al espacio que representa al gobierno municipal.
Y todavía faltan 14 días para la “batalla” final….
Carlitos Miranda Candidato a Intendente Sublema Unidos por la Gente
